Los nombres no son precisamente fáciles de pronunciar: enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. Pero estos dos tipos de enfermedad inflamatoria intestinal (EII) son comunes, dolorosos y graves y afectan a más de 3 millones de estadounidenses. Mientras que la misma cantidad de hombres y mujeres la sufren, estas condiciones son particularmente duras para las mujeres, dice Ramona Rajapakse, MD, gastroenteróloga del Hospital Mather que se especializa en EII.

La buena noticia: Existen tratamientos muy efectivos para estas condiciones. Pero comprender el efecto del género es clave para un diagnóstico adecuado y un tratamiento efectivo, y desafortunadamente, muchas mujeres no reconocen que están cargando con una carga adicional de la enfermedad. Es posible que incluso los médicos no se centren en ello, por lo que la Dra. Rajapakse dice que es importante saber que la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa plantean cinco desafíos únicos para las mujeres:

La EII ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a las células del tracto gastrointestinal, lo que provoca inflamación. Los síntomas dependen de qué tan grave sea la inflamación y en qué parte del tracto gastrointestinal se presente, pero es posible que tenga diarrea, sangrado rectal, dolor y calambres abdominales, fatiga y pérdida de peso. “Estas pueden ser enfermedades agotadoras y debilitantes”, dice la Dra. Rajapakse. “Los casos graves pueden poner en peligro la vida, pero incluso una versión leve puede tener un gran impacto en su calidad de vida”. Las mujeres a menudo encuentran que sus síntomas empeoran durante la menstruación, dice la Dra. Rajapakse. Para colmo de males, las mujeres con EII son más propensas que otras mujeres a sufrir dolores de cabeza y calambres premenstruales.

Probablemente ya sepa que el sangrado menstrual aumenta las probabilidades de volverse anémica. Esto se debe a que la pérdida de sangre durante el período elimina el hierro del cuerpo, lo que hace que los glóbulos rojos sean menos capaces de transportar oxígeno a los tejidos desde la cabeza hasta los dedos de los pies. El resultado: usted se siente cansada y sin aliento. La anemia por deficiencia de hierro es aún más probable en mujeres con EII, porque puede causar sangrado del tracto digestivo; la enfermedad también puede afectar la capacidad de su cuerpo para absorber el hierro. Los síntomas de la EII, como la diarrea y los calambres, también pueden dificultarle comer y obtener los nutrientes que necesita para funcionar al máximo.

3. Problemas para quedar embarazada y permanecer embarazada

La inflamación descontrolada puede dificultar que los espermatozoides lleguen al óvulo, y si la EII empeora durante el embarazo, puede aumentar el riesgo de complicaciones. “Cuando las mujeres jóvenes con la enfermedad activa me dicen que quieren quedar embarazadas, lo primero que les digo es que tienen que controlar la inflamación”, dice la Dra. Rajapakse. “Ahí es cuando su fertilidad mejorará”. Afortunadamente, dice, la mayoría de los medicamentos utilizados para tratar la inflamación son seguros para las mujeres embarazadas.